(Milonga)
A veces cuando estoy solo
pienso en las horas vividas
mil ansias desvanecidas
porque el destino lo quiso
jamás me siento sumiso
a pesar de mis agravios
siempre un canto a flor de labio
la frente altiva y bizarra
cuando pulso mi guitarra
en cada pago que piso.
Y en estas cosas de andar
nunca me creo el mejor
siempre pido por favor
algún servicio al paisano
y si me tiende la mano
la oprimo de corazón.
ser cordial es de señor
lo aprendí de mis abuelos
que antes de llegar primero
más bien segundo, y triunfando.
Así trato de andar el país
sin retenciones de fama
soy ave de cualquier rama
que vuela con gran empeño
cante en los pagos sureños.
norte, cuyo y litoral
y mi oficio de cantar
lo hago pausado y no grito
soy como aquel chingolito
que canta al restar el sueño.
Y tratándose de cantar
siempre lo hago a mi manera
yo nunca canto zonceras
ni me jacto en condiciones
soy leña de los fogones
con coplas amanecidas
soy un premiado en la vida
porque distingo mi raza
que con su historia me abraza
y hace vibrar mis canciones.
soñador y guitarrero
desensillo y tiendo
apero
y lo convido pal rial
al cimarrón le hago un
pial
mesturau con yuyos pampas
tiro un churrasco a la trampa
pa el hombre de los destinos
y si en mi bota hay un vino
lo invito para cantar.
Después de haberle contao
mis cuitas como trovero
los despido y el sendero
me abraza a través del cuello
mientras diviso el destello
de una estrella retardada
saludo a la madrugada
y el pintoresco horizonte
soy como el ave de monte
que al aclarar, alza el vuelo.
Autor y Compositor:
Anselmo de Mendoza
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